El ascenso de «Chega!» en Portugal y la despoblación rural
Si se quiere evitar que la tensión campo-ciudad acabe en toda Europa en una fractura geográfica y generacional insalvable, hace falta un giro del discurso público hacia el universalismo acompañado de acciones colectivas que le den materialidad, haciendo de la repoblación y la industrialización sostenible, digital y, a ser posible, cooperativa del campo -el único nicho posible hoy-, un objetivo colectivo creíble.